Blue se las ve Negras.

Las cosas no estaban nada fácil para el señor Blue. Se encontraba en un sótano, rodeado de personas con ideas “Mickyvainillistas” y para colmo de males era domingo. Sabía como podía llegar a terminar todo esto y en todas las variantes que había pensado como final, en ninguno de ellos la cosa terminaba bien para el.


Recordaba como en aquellos dorados noventas en el parque, los skin head se juntaban en patota para cagar a golpes a algún “punkito” que anduviera solo, recordaba a su tío pancho diciéndole “…vos no serás uno de esos cabezas yapadas” una vez que Blue se había rapado la cabeza durante su adolescencia. “nada mas lejos de eso” le había respondido Blue. Vino a su cabeza la imagen de las corridas en el parque cuando los crestas habían agarrado a un NS solo y casi lo matan a patadas, recordaba la sangre y sobre todo recordaba que nadie se había metido a separar. Nadie se metía nunca, no importaba que lado tuviera bajas, cualquiera era bien recibida por la “sociedad”. Un Punk menos, un Skin head menos.

“Piensa Blue, Piensa…” se repetía en la cabeza, siempre se le ocurrían ideas geniales para salir de problemas como este. La cuestión era que siempre se le ocurrían una vez que el problema ya había pasado y resuelto de una manera horrible.

Yo soy uno. Un ejército de un solo hombre, como en esas películas que le gustaba tanto ver en los ochentas, Chuck Norris, Steven Seagal, Charles Bronson… ¿Qué harían ellos en una situación como esta? Concentrate Blue, estúpido, concentrate, esa mierda solo pasa en las películas…

-¿Qué pasa tenés miedo? –le preguntó el “gorilón”.

-No temeré, ni huiré de los males que tal vez de la suerte resulten bienes en realidad. –respondió Blue, que ante situaciones de mucha presión se convertía en una maquina de escupir proverbios y frases hechas.

Ellos son nueve, tal vez diez. Podría ganarles de a uno, pero así no. Actúan como masa, como una conciencia colectiva, tengo que hacer que se peleen entre ellos. Dividirlos, quebrar esa mente única que los hace uno solo. Entonces…

-Divide y reinaras.

-¿Qué dice?

-Nada pensaba en voz alta, ¿Quién es el líder de este peculiar combinado nacional socialista?

-El Führer es nuestro líder.

-Me refiero a los presentes en la sala. ¿Quién está a cargo?

-Nadie. El ideal nos une a todos como la sangre, las tradiciones y la cultura. Con nosotros el que quiera, contra nosotros el que quiera!!! –grito el gorilón.

-Seig Heil –gritaron todos mientras levantaban la mano.

-Jajajajajaja… -rió Blue. La respuesta fue un derechazo en la mandíbula.

-Seguís con tu actitud burlona hacia nosotros.

-Me llamó la atención algo –dijo Blue con la mano en la boca –hablan de de unión de sangre, pero ninguno de ustedes me parece muy “germánico” que digamos, estoy dispuesto a apostar que en la sangre de aquel de allá hay una pizca del pueblo elegido, que aquel otro tiene en su árbol genealógico algún mulato traído de África y que vos te la comés doblada. Puto.

PLAFF. Sonó el puño del “gorilón” al impactar en la cara de Blue.

“Momento, se supone que a esta altura tendrían que estar pegándose entre ellos y vos corriendo hacia la salida” pensó Blue. “lo único que conseguiste es que te llenen la cara de golpes”

-¡Me cansé! A ver si se deciden que van a hacer conmigo porque en una hora tengo una cita con una dama para que me devuelva el corazón. –altanería. Es lo que haría Bruce Willis.

Los nazis se miraron un entre ellos. Hasta que el gorilón habló.

-Traigan a Gamadión.

-Gamadión duerme.

-Entonces tendrás que despertarlo…

Joder ¿y ahora que? Gamadión…buscando en Wikipedia…mmm…nada…juraría que había oído ese nombre…Blue solo te queda lo de siempre. Esperar.

El NS volvió trayendo una silla de ruedas, con lo que parecía había sido una persona, pero de eso ya había pasado mucho tiempo. Vestía lo que parecía un uniforme de las SS, aunque podía ser cualquier cosa. El rostro era de un color gris erosionado por el tiempo, no se veían cabellos en la marchita cabeza del sujeto, sus manos sujetas a los posa brazos de la silla de ruedas dejaban traslucir un entramado de venas que iban del verde oscuro al negro.

-¿Por que habéis despertado a Gamadión de su sueño de mil años? –preguntó el viejo con una voz quebradiza mientras clavaba sus ojos blancos en los del señor Blue.

-Salve Gamadión –dijeron los NS.

-He aquí a este truhán que ha venido a insultarnos en nuestra propia casa, queremos que lo juzgues y sentencies o gran Gamadión.

-Habla. Habla al gran Gamadión y dile porque mereces continuar en el mundo mortal. –dijo el viejo a Blue.

-Tengo una novia, quiero decir una ex novia. Ella tiene mi corazón, hoy me disponía a encontrarme con ella para recuperarlo, verá usted, hace como cuatro años que ando por el mundo sin un corazón latiendo en el pecho. Como se ha visto, el corazón además de cumplir la noble función de bombear sangre, también es el encargado de hacernos mas humanos, usted recordará el mago de Oz, cuando el hombre de hojalata buscaba un corazón…en fin me he vuelto una persona fría, sin sentimientos. Sin alma.

-Mmm…por lo que describe, usted tiene todas las cualidades para ser un excelente “camarada”. Necesitamos más hombres como usted. –comenzó el viejo –para despertar en esta era de tanta oscuridad, para abrir Nuestro Camino de entre las sombras que nos hunden y nos rodean, y seguir hacia delante, con mira en un único objetivo: la victoria del Reich de los mil años.

-Abuelo…no se si le avisaron, pero el “Adolfo” se voló la cabeza de un tiro, toda esa mierda de ideales arios quedó sepultada en el bunker… -dijo Blue, pensando que habría sido mejor opción callarse la boca y seguirle la corriente al viejo senil.

-El Führer no murió, el camina firme y constante con voluntad infinita, hacia los confines del mundo, como un gran militante que no cesa en la lucha, no muere, no claudica, continua su camino, sigue su objetivo y aunque todo sea oscuridad, muestra con convicción su luz a la tierra y al infinito. –dijo Gamadión. -¿y cual fue su la causa que lo llevó a estar sentado allí? me pregunto.

-Nada, solo dije “Nazi punk, Fuck off”. Es el titulo de una canción, no se que molesto al gorilón este. –dijo Blue.

-Ah, te gustan las cancioncitas, la música… –pregunto el viejo con un tono burlón en la voz.

-Si, fui músico en un pasado cercano.

-¿Así que fue músico? ¡Bringen die Gitarre! –gritó el viejo. El tipo de grito inesperado que le pararía el corazón a cualquiera.

-Le gusta la música, bueno…tome la guitarra y toque para la gloria de Hitler para mil años –dijo el viejo relamiéndose la comisura de los labios. Blue levantó la mano para enseñar que la llevaba vendada.

-Verá, me corté ayer, la tengo inutilizable, además no me se ninguna puta canción nazi.

-Mátenlo –dijo el anciano. Poco a poco la fuerza de choque “Mickyvainillesca” comenzó a desplegarse alrededor de Blue. Estaba todo dicho.

Un golpe seco abrió las puertas de saloon, una figura oscura se recortó en el umbral de la puerta, todos se voltearon a mirar, incluso Blue. No podía ser posible.

-Yo respondo por el. –dijo el tipo que no había sido invitado a la fiesta, mientras se acomodaba el sombrero.