Legion del Kaos Nº 17. Seducción del inocente.

El Lamborghini Diablo amarillo se deslizaba por las carreteras de la Europa oriental a velocidad de un formula 1, dentro de el, Clint y Emina viajaban confortablemente, el ruido del motor era inaudible.
-¿Te gusta ser una heroína niña?
-No está mal, aunque no es como en los comics, aquí uno puede fallar y hacer desastres.
-Aja –fue la respuesta de Clint, quien nunca en su vida se había interesado en leer comics.
-A veces me siento como Supergirl, otras como Rogue, en realidad hasta ahora no me he sentido como yo.
-Aja –volvió a decir Clint, quien no tenia la menor idea de quienes eran Supergirl y Rogue, ni tampoco le interesaba saberlo, tenia cosas mas importantes de que preocuparse –Escucha, eso se acabó, ahora bajo mi ala protectora serás la mejor, pero antes creo que hay cosas que deberías enterarte.
-Eres algo así como el profesor Xavier…
-Si, lo que digas, aunque no se quien sea ese profesor…primero lo primero, me parece que deberías saber cosas de tus compañeros de Legión.
-¿Cómo que?
-No son tus amigos, te estaban usando.
-No. Ellos eran como una familia…
-Shhhh… ¿por quien empiezo? Por el peor tal vez: Capitán Soviet, un ex KGB, y uno de los impulsores del “Proyecto Chernobyl”, que consistía según esto –dijo Clint mientras sostenía una carpeta amarillenta con una mano y el volante con otra –En crear una fuerza de choque, inyectándole un suero a los niños nacidos en 1980 en Chernobyl y luego irradiándolos con diferentes isótopos, esto creara una raza superior para hacer frente los Estados Unidos de America, el suero está basado en el código genético del Capitán Soviet, y que mejor manera de exponer a los inyectados que haciendo volar uno de los reactores de Chernobyl.
Tú eres el resultado de este experimento, si tienes que culpar a alguien es al Capitán…
-Fue un accidente.
-Fue un experimento, tal vez ahora estarías con tus padres vivos y la ciudad nunca habría sido aniquilada. Tendrías una vida normal y no serias un fenómeno.
El agente clave MIG, fue el encargado de sabotear el reactor…te suena conocido, de tal palo tal astilla.
Otra vez en el interior de Emina una llama comenzaba a encenderse. Ira.
-Podemos hablar de Shonen Doll…te envidia, seria capaz de matarte, sabe que eres la mas bonita, inteligente y mas poderosa…
-No creo, ella es buena…
-Nadie es bueno, incluso tú tienes una predisposición a la maldad aunque parezca imposible. Y esa muñeca japonesa, está esperando el momento para atravesarte con su espada.
Precoz, su único interés contigo es tener sexo, usarte, de la misma manera que todo el mundo te ha usado hasta ahora, ¿piensas que te mira con ojos de amigo? Pequeña. La amistad no existe. Por lo cual Pulque no es tu amigo, el es una especie de Dios, mira que iba a dignarse a ser amigo de una insignificante y miserable criatura como tu.
American Man es homosexual, por lo cual odia a las mujeres, y mas a ti que podrías interponerte entre su romance con Kabalah…
-No, Kabalah no es…
-¿No? Piénsalo un poco, le has conocido mujer alguna, casi llega a los treinta y sigue soltero, es delgado, ordenado y psicólogo… ¿te cabe alguna duda de que no sea gay? Además es judío, con todo lo que eso implica.
Las dudas comenzaban a expandirse por el mapeado cerebral de Emina, ¿estaría este tipo diciendo la verdad? Por otro lado ¿Por qué habría de mentirle? Una mezcla de sensaciones se manifestaban en su interior, todas juntas, todas juntas a la vez, algunas de ella, nunca las había experimentado: Ira, Envidia, Soberbia, Pereza, Lujuria, Gula, Avaricia.
Su puño destruyó el vidrio de la Lamborghini, se sentía como nunca, iba a hacer justicia…
-Ahora Emina –comenzó Clint –vuela hasta la Legión y hazle saber quien es la que manda.
Ella tomó la cabeza de Clint y le dio un beso salvaje, el primer paso de Clint hacia su segundo intento de Apocalipsis estaba dado, tenia a los Siete Pecados de su lado (todos embutidos en el cuerpo de Emina, pero que mas daba, mejor lidiar con una que con siete). Clint sonrió, nada lo podía detener…

New York. Oficinas de Legión del Kaos.

Si alguien recién entrara, podría decir que las pareces estaban sangrando, pero no, estaban empapadas con la sangre de los Legionarios, que distribuíos por diferentes partes del cuartel, trataban de explicarse por que Emina los había cagado a golpes y había destruido todo lo que encontraba a su paso.
¿De donde había salido tanto odio? ¿Por qué?
No había muertos, pero algunos tardarían un tiempo en volver a la acción. González hacia lo posible por asistir a todos. El que se había llevado la peor parte era el viejo Olej.

Ya falta menos para Apocalíptica…

Boceto de la que iba a ser la portada original del numero 17, despues se me vino a la cabeza usar de modelo la clasica tapa de...