Algunos años en el futuro, mas bien bastantes…
Tommy tomo aire por décima vez y se animó a pegar el salto, PUM!!!
Lo próximo que vio, fue su rodilla ensangrentada y a su madre que venia corriendo para ver que había ocurrido…Tommy se aguantó el dolor, no dejó salir ni una lagrima, se agarró fuerte la rodilla y trato de tapar el raspón que se había hecho.
-¿Otra vez? –preguntó mamá.
-¿Qué?
-Otra vez estás intentando volar ¿No?
-Si, que tiene.
-¿Como te lo tengo que decir? Nadie puede volar.
-Si no me dejás intentarlo nunca voy a saber si puedo volar o no.
-Tomás, que sea la última vez.
No lo sería, el próximo intento fue un poco diferente, comenzó a correr y a aletear los brazos como si se tratasen de alas, pero no resultó efectivo. Tenia que seguir saltando desde la terraza si quería lograr algo.
¿Que los hacia volar? ¿Las capas?
Tommy tomó un mantel de la cocina de mamá y lo transformó en algo similar a una capa, se lo sujetó al cuello con un nudo y ya se sentía listo para el próximo intento de vuelo.
Corrió tomando carrera y dio el salto al vacío, en pocos segundos sintió como su culo impactaba con unos arbustos del jardín de mamá. Las ramas crujieron, un par se le incrustaron en las piernas, esta vez si gritó.
-AAAAAAAAAYYY…
-¡Tomás! ¿Qué voy a hacer con vos? ¿Otra vez?
-Si…
-¡Mi mantel nuevo! ¿Pensabas que con un mantel ibas a volar? Te dije que no se puede volar.
-No es un mantel, es una capa…
-Me agotaste, ya no se puede hablar con vos.
Y entonces mamá hizo lo que todas las madres modernas hacen cuando no pueden resolver algún problema con sus hijos. Si, adivinaron. Sacó turno con un psicólogo.
-Hola, vos debés ser Tomás, soy Simón Siegelman, tu mamá me dijo que estuviste intentando volar.
-Si –respondió tímidamente.
-¿Y por que querés volar?
-No se.
-“No se”, no es una respuesta, alguna razón tiene que haber.
-Porque me gusta.
-¿Cómo sabés que te gusta? ¿Volaste alguna vez?
-No, pero lo vi en películas y en la tele, y me gusta.
-Ajam, Pero eso es fantasía, en la realidad no se puede volar.
-¿Como sabe? ¿Usted lo intentó?
-Bueno, no, pero…
-¿Entonces como sabe? ¿Cómo supo el hombre que podía nadar? Se habrá tenido que tirar al agua.
-¿Cuántos años tenés?
-Ocho, además, si nadie intenta nunca vamos a poder volar.
-¿Conocés gente de la vida real que vuele?
-Mmmmmm…no, pero se tiene que poder.
-Tengo que hablar con tu mamá, a solas.
Tommy salió del consultorio y en su lugar ingresó mamá, con cara de saber que todos sus problemas estaban resueltos gracias a veinte minutos de terapia.
-¿Y doctor?
-Licenciado, por favor. Miré su hijo es especial.
-¿Especial? ¿Tiene algún problemita?
-¿Por qué todos toman la palabra “especial” como sinónimo de problema?
-¿A que se refiere entonces?
-Verá usted, es conocido el caso de monjes tibetanos que lograron “elevarse” y no estoy hablando de elevación espiritual que es lo que uno esperaría de un tibetano, mas aun si se trata de un monje, también es hartamente conocida la historia del fray Giuseppe de Cupertino, que era capaz de levitar…solo por nombrar un par de prodigios.
-Prodigios, no creo en prodigios licenciado Spiegelman, además: ¿vio alguna vez a algún judío volador?
-Ángeles…
-Mi hijo no es un ángel, ni tampoco un prodigio que puede volar.
-Señora, he visto prodigios en mis casi setenta y dos años de vida… ¿ha oído hablar de la Legión del Kaos?
-¿Los que se disfrazaban y jugaban a superhéroes?
-Eran héroes, verdaderos prodigios…
-Son un mito, una leyenda. Un cuento para niños, recuerdo que mi hermano coleccionaba las cartas de Legión del Kaos.
-No voy a negar que se armó algo de parafernalia y comenzaron a salir todo tipo de merchandising, pero algunos de estos hombres y mujeres tenían el don de volar, entre otros…
-Mire, no vengo a discutir sobre prehistoria. Vengo a buscar una solución para mi hijo.
-Vaya a su casa, tómelo con calma, voy a hablar con un colega, que tal vez nos pueda ayudar. Ciento cincuenta pesos. Gracias, la semana que viene a la misma hora.
Mamá y Tommy se retiraron, el Licenciado Siegelman tomó el teléfono y marcó…
-Hola… ¿Viejo puto?
-¿Quién habla? –contestó una voz del otro lado.
-Simón.
-¡Kabalah! ¿Como va, todo bien?
-Si, Jim, te acordás de aquella vez que hablamos del legado de Legión.
-Si ¿Qué pasa, estás nostálgico?
-Hoy vino un pibe al consultorio, me parece que encontré a tu sucesor…al nuevo American Man.
-¿Te parece? ¿Rearmar todo después de lo que le pasó a González?
-Ya pasó mucho de eso, es hora de reponernos, no se vos, pero no se cuanto tiempo me queda ya tengo setenta y dos pirulos, y la verdad quiero dejarle una Legión al mundo.
-¿Y este chico, tiene poderes?
-Nah, pero tiene una fuerza de voluntad increíble.
Tommy tomo aire por décima vez y se animó a pegar el salto, PUM!!!
Lo próximo que vio, fue su rodilla ensangrentada y a su madre que venia corriendo para ver que había ocurrido…Tommy se aguantó el dolor, no dejó salir ni una lagrima, se agarró fuerte la rodilla y trato de tapar el raspón que se había hecho.
-¿Otra vez? –preguntó mamá.
-¿Qué?
-Otra vez estás intentando volar ¿No?
-Si, que tiene.
-¿Como te lo tengo que decir? Nadie puede volar.
-Si no me dejás intentarlo nunca voy a saber si puedo volar o no.
-Tomás, que sea la última vez.
No lo sería, el próximo intento fue un poco diferente, comenzó a correr y a aletear los brazos como si se tratasen de alas, pero no resultó efectivo. Tenia que seguir saltando desde la terraza si quería lograr algo.
¿Que los hacia volar? ¿Las capas?
Tommy tomó un mantel de la cocina de mamá y lo transformó en algo similar a una capa, se lo sujetó al cuello con un nudo y ya se sentía listo para el próximo intento de vuelo.
Corrió tomando carrera y dio el salto al vacío, en pocos segundos sintió como su culo impactaba con unos arbustos del jardín de mamá. Las ramas crujieron, un par se le incrustaron en las piernas, esta vez si gritó.
-AAAAAAAAAYYY…
-¡Tomás! ¿Qué voy a hacer con vos? ¿Otra vez?
-Si…
-¡Mi mantel nuevo! ¿Pensabas que con un mantel ibas a volar? Te dije que no se puede volar.
-No es un mantel, es una capa…
-Me agotaste, ya no se puede hablar con vos.
Y entonces mamá hizo lo que todas las madres modernas hacen cuando no pueden resolver algún problema con sus hijos. Si, adivinaron. Sacó turno con un psicólogo.
-Hola, vos debés ser Tomás, soy Simón Siegelman, tu mamá me dijo que estuviste intentando volar.
-Si –respondió tímidamente.
-¿Y por que querés volar?
-No se.
-“No se”, no es una respuesta, alguna razón tiene que haber.
-Porque me gusta.
-¿Cómo sabés que te gusta? ¿Volaste alguna vez?
-No, pero lo vi en películas y en la tele, y me gusta.
-Ajam, Pero eso es fantasía, en la realidad no se puede volar.
-¿Como sabe? ¿Usted lo intentó?
-Bueno, no, pero…
-¿Entonces como sabe? ¿Cómo supo el hombre que podía nadar? Se habrá tenido que tirar al agua.
-¿Cuántos años tenés?
-Ocho, además, si nadie intenta nunca vamos a poder volar.
-¿Conocés gente de la vida real que vuele?
-Mmmmmm…no, pero se tiene que poder.
-Tengo que hablar con tu mamá, a solas.
Tommy salió del consultorio y en su lugar ingresó mamá, con cara de saber que todos sus problemas estaban resueltos gracias a veinte minutos de terapia.
-¿Y doctor?
-Licenciado, por favor. Miré su hijo es especial.
-¿Especial? ¿Tiene algún problemita?
-¿Por qué todos toman la palabra “especial” como sinónimo de problema?
-¿A que se refiere entonces?
-Verá usted, es conocido el caso de monjes tibetanos que lograron “elevarse” y no estoy hablando de elevación espiritual que es lo que uno esperaría de un tibetano, mas aun si se trata de un monje, también es hartamente conocida la historia del fray Giuseppe de Cupertino, que era capaz de levitar…solo por nombrar un par de prodigios.
-Prodigios, no creo en prodigios licenciado Spiegelman, además: ¿vio alguna vez a algún judío volador?
-Ángeles…
-Mi hijo no es un ángel, ni tampoco un prodigio que puede volar.
-Señora, he visto prodigios en mis casi setenta y dos años de vida… ¿ha oído hablar de la Legión del Kaos?
-¿Los que se disfrazaban y jugaban a superhéroes?
-Eran héroes, verdaderos prodigios…
-Son un mito, una leyenda. Un cuento para niños, recuerdo que mi hermano coleccionaba las cartas de Legión del Kaos.
-No voy a negar que se armó algo de parafernalia y comenzaron a salir todo tipo de merchandising, pero algunos de estos hombres y mujeres tenían el don de volar, entre otros…
-Mire, no vengo a discutir sobre prehistoria. Vengo a buscar una solución para mi hijo.
-Vaya a su casa, tómelo con calma, voy a hablar con un colega, que tal vez nos pueda ayudar. Ciento cincuenta pesos. Gracias, la semana que viene a la misma hora.
Mamá y Tommy se retiraron, el Licenciado Siegelman tomó el teléfono y marcó…
-Hola… ¿Viejo puto?
-¿Quién habla? –contestó una voz del otro lado.
-Simón.
-¡Kabalah! ¿Como va, todo bien?
-Si, Jim, te acordás de aquella vez que hablamos del legado de Legión.
-Si ¿Qué pasa, estás nostálgico?
-Hoy vino un pibe al consultorio, me parece que encontré a tu sucesor…al nuevo American Man.
-¿Te parece? ¿Rearmar todo después de lo que le pasó a González?
-Ya pasó mucho de eso, es hora de reponernos, no se vos, pero no se cuanto tiempo me queda ya tengo setenta y dos pirulos, y la verdad quiero dejarle una Legión al mundo.
-¿Y este chico, tiene poderes?
-Nah, pero tiene una fuerza de voluntad increíble.
8 comentarios:
que placer que placer jardinero!!!!
muy bueeeeeeeeno!
abrazos muchos
me voy contento
La sensación que me dejó el final de este capítulo es exquisita. Me alegra mucho por varios motivos, incluyendo que estás de vuelta (ví los títulos en el Coming Soon :D), y que el capítulo está escrito de una manera muy inteligente -Eso estaba pensando ahora en estos minutos-
Admiro al chiquillo que protagoniza este capítulo porque lo intentó e intentó, jaja, incluso con un mantel. Como dato, una vez casi lo intento jaja, digo casi porque me iba a tirar de un cerro que estaba muy empinado, de noche, con arbustos con espinas y sola. Me dió miedo, lo admito. Ah, y eso no fue cuando yo era pequeña, eso fue acá, hace un par de años jajaja (creo que tenía 19). No lo intenté y nunca sabré si podría haberlo hecho o no, si hubiera estado más determinada. De seguro Tommy si lo sabrá :).
También esto me dejó pensando que los humanos dividen lo que es 'real' y 'fantasía' sólo por el hecho que no lo han visto y se quedan con las leyes que se trazaron hace cientos de años, leyes que probablemente están obsoletas (me refiero a las leyes físicas). Sí, sí, no tengo pruebas ni nada, pero gracias a la gente visionaria de antaño, se pudieron hacer cosas que antes se creían imposible. Ahora mismo esa gente está creando cosas nuevas, que podrían pertenecer a historias de ciencia ficción. Deberíamos ser más abiertos de mente, quizás esos 'milagros' de los que hablan en la Biblia no son tan difíciles de lograr.
Como dije algunas semanas atrás 'Uno hace lo que se cree capaz de hacer'. Es muy cierto cuando dice que el mayor obstáculo y enemigo de uno, es uno mismo. Depende de lo que nos creamos capaces de hacer.
:) Gracias por este hermoso capítulo, también me voy contenta, a trabajar en la misión que me encomendaste :P.
¡¡Te quiero!! :3
Hayata!
jaja genial, ya sabes mi opinion respecto al tema jeje el titulo por si solo ya me dava estuciasmo por leerlo jeje,y el entuciasmo se quedo hasta el final
casi tengo un episodio de la legion...
y vos te fuiste al ca...futuro.
qué lindo!
ese pibe me recuerda a alguien
te estoy preparando algo, espero tenerlo terminado antes de que termine el año
nos vemos!
Geniaaaal! Le hago el aguante a muerte a Tommy, que grande ese pendejo!
No sabes, cuando era chico (la edad de Tommy mas o menos) vivía en Rio Cuarto (Cba), donde pasé toda mi infancia y mi adolecencia (a excepción de un lapso de dos años que viví en Bs As). Bueno, la cosa es que tenía un montón de amigos y uno de ellos era El Gordo Pico, que tiene 5 hermanos mayores, uno de ellos le compró un traje de Súperman y le dijo que con ese atuendo podía volar. Se subió al techo con el traje que le quedaba apretadísimo, un par de amigos y yo tratabamos de persuadirlo para que no se tirara pero el confiaba ciegamente en su hermano y se tiró de panza mirando al cielo... pobre gordito, se reventó contra el piso y se quebró el brazo.
Grande Jardinero! hacía mucho que no recordaba eso... que linda époco, eramos aventureros, ingenuos y valientes (nada de mariconeadas cuando nos caíamos de la bici o de un árbol). No me quejo de mi presente, pero esos fueron y serán los mejores años de mi vida.
Te mando un abrazo, me voy a tomar unos mates.
Pues ami me gustó lo de la analogía del nado...
Se que debo volver a decirlo... Este es uno de los Blogs mas particulares y jugados por los que he pasado...
Hay que arriesgarse a escribir tanto y de tan buen modo.
Felicitaciones, Jardinero!
Me gusta lo que haces!
Saludos y brindis!
Matias B.
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